
Según lo informado por El Mercurio Campo, el destino de las cerezas chilenas transportadas en el Maersk Saltoro sigue sin definirse tras días de incertidumbre en el puerto de Nansha, China. A pesar de las inspecciones que han revelado problemas de calidad en parte de la carga, aún no se ha tomado una decisión sobre si la fruta será destruida o devuelta a Chile.
Hasta el día martes se habían descargado alrededor de 100 contenedores, de los cuales 20 fueron inspeccionados, encontrándose fruta en con serios problemas de condición. También comenzó a rondar el rumor entre los consignatarios de que la carga podría ser devuelta a Chile.
Después de tres días desde el arribo al puerto de Nansha del portacontenedores Maersk Saltoro, que transportaba casi cinco millones de cajas de cerezas chilenas, la autoridad aduanera china aún no toma una decisión definitiva de lo ocurrirá con la carga.
Hasta el día martes se habían descargado alrededor de 100 contenedores, de los cuales 20 fueron inspeccionados.
"Todos fueron rechazados por problemas de condición serio y enviados a una zona de destrucción designada por la autoridad portuaria, sin ser destruidas a la fecha", comenta Javier Saavedra, comercial manager de Qima Produce, uno de los surveyors autorizados para la revisión de la carga.
Hoy miércoles tanto la descarga de contenedores como su inspección han sido suspendidas. ¿La razón? Se estaría esperando definir un lugar adecuado para llevar a cabo estas tareas.
"También se debe definir quién asumirá los costos de este proceso de destrucción, ya que entre Maersk y el armador del buque existe un contrato de fletamento con reglas particulares, lo que incide en las responsabilidades frente a los pagos y procesos que sea necesario realizar", explica Rafael Durán, abogado socio de Legal Export, estudio que representa a diversos exportadores que llevan sus contenedores en el buque.
Se espera que durante la jornada del jueves continúen las reuniones entre la autoridad aduanera china, el puerto y la naviera, a las que se sumarían Miguel Canala y Rodrigo Barra en representación de Frutas de Chile y el SAG, respectivamente.
Si hasta ayer se especulaba que el 100% de la fruta sería rechazada y destruida en territorio chino, durante la jornada de hoy en varios grupos de consignatarios se empezó a hablar de la posibilidad de que la carga sea devuelta a Chile, lo que complicaría aún más el panorama.
Salvar lo que se pueda
Aunque es consciente de que el paso del tiempo y la falta de definiciones de las autoridades juegan en contra, Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut, empresa que está asesorando a distintas exportadoras chilenas, como Lo Garcés y Copefrut, en las inspecciones de fruta que se tendrán que realizar en el puerto de Nansha; no pierde las esperanzas de que se pueda salvar algo de la carga.
“Lo más sensato sería separar lo que esté en mejor estado y comercializarlo, de modo de rentabilizar y bajar en algo las pérdidas. Esto se debe hacer en la medida que la autoridades así lo definan y por supuesto sin poner en riesgo el prestigio de la industria”, indica.
El personero cuenta que entre esos casi cinco millones de cajas, que representan alrededor del 4% de las exportaciones totales de cerezas de Chile esta temporada, iban distintas variedades -algunas más tempranas como Santina y otras más tardías como Kordia- las cuales podrían encontrarse en distinta condición.
"En las contramuestras que manejamos en origen pertenecientes a algunos de nuestros clientes, observamos que hay variedades que podrían estar a estas alturas mejores que otras. Santina, por ejemplo, es un desastre, con esa no hay nada que hacer, pero Kordia muestra una condición razonablemente mejor", afirma el presidente de Decofrut.
Sin embargo, el personero también reconoce que la evolución que esa fruta en mejor estado puede variar en un plazo muy corto.
"Claramente no se comportará como una fruta joven y puede empezar a evidenciar problemas", agrega.
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