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Caso Maersk Saltoro: Frutas de Chile cuenta a sus asociados detalles de su reunión con autoridades chinas.

Foto del escritor: Legal ExportLegal Export

cita de una noticia con la imagen del experto

El Mercurio Campo, comparte la noticia de la reunión de Frutas de Chile con autoridades aduaneras chinas en Nansha el pasado viernes 21 de febrero. En esta oportunidad, Rafael Durán resaltó la necesidad de que Maersk asuma un rol activo, facilitando una comunicación directa con los exportadores para resolver los retrasos en la descarga del buque Maersk Saltoro.

En la cita se explicó que la lentitud y paralización del proceso de descarga e inspección de los contenedores se debe a que la autoridad aduanera china no ha recibido solicitudes de recuperación de carga de parte de los importadores. También se habría tratado la escasa presencia de Maersk en las negociaciones.

 

Durante la jornada del viernes, Miguel Canala-Echeverría, gerente general de Frutas de Chile, y Rodrigo Barra, jefe del Departamento de Regulación y Certificación Fitosanitaria del SAG, se reunieron en China con las autoridades aduaneras de Nansha, con el fin de conocer de forma más directa cuál es la situación en el puerto, donde desde el lunes se encuentra el Maersk Saltoro, buque que trasladaba más de 1.300 contenedores con casi 5 millones de cajas de cerezas.


Una vez finalizada la cita, el personero de Frutas de Chile sostuvo una reunión virtual con los socios del gremio y otras personas ligadas a la industria, donde les informó lo conversado con su contraparte china.


Cabe recordar que desde el lunes 17, día en que arribó el Maersk Saltoro al puerto de Nansha, se han descargado cerca de 100 contenedores, de los cuales sólo 20 han sido inspeccionados. Estas labores fueron suspendidas el martes y hasta la fecha no se han reanudado.


Asistentes a la reunión comentan que la versión que maneja Miguel Canala-Echeverría sobre la lentitud y paralización del proceso de descarga e inspección de los contenedores es que la autoridad aduanera china no ha recibido solicitudes de recuperación de carga de parte de los importadores, lo que les imposibilita bajar los contenedores del buque.


En la ocasión, también se expresaron dudas respecto a la emisión de los certificados que emite la aduana china en los que se informa que la carga se rechaza y que la fruta no puede ser comercializada. Canala-Echeverría aclaró que el documento que emite la aduana, en caso de que la carga sea rechazada, ofrece dos opciones: la destrucción o la re exportación, y que la decisión de qué hacer debe ser tomada por el consignatario, en este caso el importador.


En la ocasión, varios asistentes a la charla le hicieron ver al dirigente gremial que pese a que varios importadores habían realizado los trámites, las cargas no estaban siendo entregadas. De hecho, se sabe que hay contenedores que fueron solicitados por el consignatario y que aún no han sido descargados, y otros que ya fueron inspeccionados y que no han sido entregados.


Otra tesis que se barajó en la ocasión es que la paralización del proceso se debe a que no existe claridad del lugar físico que se usará para destruir la fruta, lo que llevaría a que no tuviera sentido seguir con la descarga de contenedores.


Quienes estuvieron presentes en la reunión comentan que también se habló sobre la posibilidad de que los contenedores fueran solicitados por los agentes aduaneros o los importadores, inspeccionados por las autoridades chinas, descartados para su comercialización, y no retirados o abandonados en el puerto. Ante esta situación, Canala-Echeverría habría explicado que la normativa china dice que estos contenedores pueden estar hasta tres meses en el puerto. Transcurrido ese periodo y si nadie los retira, los contenedores serían destruidos. Los costos y las multas de ese proceso, en tanto, tendrían que ser asumidos por el importador.


En la reunión también habría surgido la tesis de que la suspensión de la descarga e inspección de los contenedores se debe a un problema operativo: El puerto no cuenta con la capacidad para hacerlo, debido a un atochamiento de naves y el consiguiente exceso de requerimientos. En la ocasión, se comentó que bajo condiciones normales la aduana china tenía capacidad para revisar alrededor de 100 contenedores diarios, pero que en este caso, dadas las circunstancias, ese número sería inferior.


Cabe recordar que el Maersk Saltoro, en principio, tenía una fecha estimada de arribo para el 19-20 de enero, pero finalmente lo hizo el lunes 17 de febrero, lo que en la práctica agrega presión a la calendarización de las labores del puerto.


El papel de Maersk


Asistentes a la reunión comentan que, en la ocasión, varias de empresas se refirieron al silencio y la poca participación de Maersk en todo este asunto.


Rafael Durán, abogado socio de Legal Export, estudio que representa a diversos exportadores que llevan sus contenedores en el buque, comenta que está solicitando formalmente, en representación de varios de sus clientes, que Maersk nomine un representante comercial para mantener una comunicación directa con los exportadores y se trabaje en un protocolo de claims que incluya un calendario de tramitación abreviada y una estructura definida.


"La obligación legal de Maersk concluye con la entrega en destino; entrega que se realiza al consignatario o poniéndolas a su disposición, según los usos del puerto o bien, poniendo la carga en poder de una autoridad o tercero a quienes, según el puerto de Nansha hayan de entregarse. Tal obligación no ha sido cumplida. Es importante invitar a la naviera a ser

partícipe de las negociaciones y avanzar con ellos en este proceso", asegura.


En la reunión de Frutas de Chile con sus asociados, algunos asistentes también le habrían hecho saber a Miguel Canala-Echeverría su preocupación sobre si Maersk estaba dispuesta que los costos surgidos por la demora no fueran cargados a los exportadores o facturados a la carga, a lo que el ejecutivo habría respondido que no tenía certeza.


Posteriormente Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile y que también estaba en la reunión, habría salido al paso para decir que han tenido algunas conversaciones con la naviera, pero que a la fecha no se ha acordado nada específico.


Durante la jornada de ayer, El Mercurio Campo consultó a Claudia Soler, directora ejecutiva del Comité de Cerezas, institución que pertenece a Frutas de Chile, por el papel que ha jugado Maersk en este tema y su nivel de involucramiento, a lo que respondió que el "diálogo con la naviera siempre ha existido".


"Tanto los exportadores afectados, como nosotros desde Frutas de Chile, nos hemos reunido con la naviera, la que ha planteado desde un principio su interés por resolver este siniestro de la mejor manera", afirma.


Agrega que las reuniones, tanto presenciales como telemáticas, se han efectuado mayoritariamente en Chile, y que los equipos que están en China, junto a los de la naviera, están coordinados entregando la información correspondiente para seguir con las reuniones.


El equipo chileno, liderado por Miguel Canala-Echeverría y Rodrigo Barra, se volverá a reunir con las autoridades aduaneras de Nansha el próximo lunes para aclarar dudas y avanzar en soluciones concretas.




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